(a) Los programas deben proporcionar a las mujeres embarazadas matriculadas, a las madres, padres, parejas u otros miembros de la familia información, educación y servicios prenatales y después del parto que aborden, según corresponda, el desarrollo fetal, la importancia de la nutrición en la etapa prenatal y después del parto, incluida la lactancia materna; los riesgos del alcohol, las drogas y el tabaquismo y los beneficios del tratamiento por consumo de sustancias. El trabajo de parto y el parto, la recuperación después del parto, el cuidado del bebé y las prácticas seguras para dormir.
(b) Los programas deben apoyar a las mujeres embarazadas, a las madres, padres, parejas u otros miembros de la familia para que accedan a servicios de salud mental, incluidas las remisiones, según corresponda, para abordar cualquier inquietud, incluidas las preocupaciones de salud mental prenatal y después del parto, como ansiedad, depresión, dolor o pérdida, trauma del nacimiento y consumo de sustancias.
(c) Los programas también deberán abordar las necesidades de las mujeres embarazadas de contar con un apoyo adecuado para mantener su bienestar social y emocional, con un cuidado protector y receptivo, así como con la participación del padre durante el embarazo y la primera infancia.