Establecer los horarios de la merienda y de las comidas como oportunidades de aprendizaje, para apoyar las interacciones entre el personal y los niños y fomentar las conversaciones, contribuye al aprendizaje, el desarrollo y las habilidades sociales de un niño.
Establecer entornos positivos para la alimentación es una forma importante de ayudar a los niños a aprender hábitos alimentarios saludables. Estos esfuerzos pueden conducir a una mejor ingesta de nutrientes, rutinas consistentes a la hora de comer y una mayor conciencia entre los niños sobre los alimentos nutritivos. Establecer políticas y prácticas puede ayudar a guiar y reforzar el compromiso de crear entornos positivos a la hora de comer.
La alimentación receptiva es un enfoque que otorga la responsabilidad de las comidas y refrigerios tanto al cuidador como al niño. El cuidador prepara la comida y anima a los niños a comer solos y en respuesta a sus necesidades físicas y de desarrollo. El personal nunca debe usar la comida como recompensa o castigo, ni obligar a los niños a comer o terminar toda la comida en su plato. Esto fomenta la autorregulación en la alimentación al darles a los niños el control sobre qué, cuándo o cuánto comen. También fomenta el desarrollo cognitivo, emocional y social. Los niños se benefician de los entornos de alimentación cuando los adultos reconocen y abordan sus señales de que tienen hambre y de satisfacción con respuestas rápidas, de apoyo y apropiadas para el nivel de desarrollo. Cuando los niños tienen cierto control sobre sus comidas, es más probable que coman cuando sienten hambre y dejen de comer cuando estén llenos. La división de responsabilidades comienza en la infancia y cambia a medida que el niño crece y desarrolla sus propias preferencias alimentarias.
Las comidas de estilo familiar en los programas de la primera infancia se refiere a cuando los niños y los maestros se sientan juntos en una mesa para tener una comida o comer un refrigerio. Ayude a los niños a tomar buenas decisiones sobre alimentos al ver actitudes positivas de los maestros y compañeros. El personal da el ejemplo y fomenta el aprendizaje dando a los niños la oportunidad de probar nuevos alimentos e introducir nuevas palabras y conceptos sobre la comida. Los niños pequeños aprenden a usar los utensilios para comer y servir, y ayudan a poner y a levantar la mesa. Otros beneficios incluyen nuevas habilidades motoras y más habilidades sociales. Los niños pueden practicar mejor estas habilidades y disfrutar de su comida cuando los programas les dan suficiente tiempo para comer.
Consejos y estrategias para las prácticas de alimentación infantil
- Apoyar al personal en la creación de cada parte del programa de nutrición, incluidas comidas de estilo familiar.
- Promover la hora de la comida como una experiencia de aprendizaje positiva que involucre al personal y a los niños.
- Revisar la Autoevaluación de ambiente de alimentación positiva para programas ECE.
- Considerar una evaluación de las prácticas básicas a la hora de comer en las aulas y en los hogares de cuidado infantil familiar que atienden a niños de 3 a 5 años.
- Hacer que la alimentación receptiva sea parte de la cultura y el entorno de su programa.
- Animar al personal a leer las señales de alimentación de los niños que están cuidando.
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Resource Type: Artículo
National Centers: Centro Nacional de Salud, Salud del Comportamiento y Seguridad
Audience: Directores y gerentes
Última actualización: December 1, 2023