Los indicadores del desarrollo relacionados con el desarrollo y el comportamiento social y emocional son importantes por naturaleza para la salud mental. Dentro de estos indicadores se encuentran:
- sonreír en ambientes sociales, como cuando ven a un ser querido,
- mostrar interés en los demás,
- identificar adultos conocidos y desconocidos,
- señalar con el dedo para mostrar interés,
- realizar actividades por turnos,
- mostrar empatía,
- jugar con amigos.
También es importante monitorear los indicadores motores y del lenguaje para facilitar la identificación de las diferencias en el desarrollo neurológico que pueden afectar el desarrollo social y emocional y el aprendizaje.
La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría), en asociación con los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), ha establecido los indicadores sociales y emocionales desde el nacimiento hasta los 5 años. También se puede encontrar información útil sobre los indicadores del desarrollo en el Marco de Head Start sobre los resultados del aprendizaje temprano de los niños (ELOF, sigla en inglés). Es importante que todo el personal se familiarice con los indicadores del desarrollo del grupo de edad bajo su cuidado para que puedan reconocer el comportamiento típico y ayudar a promover el crecimiento y la resiliencia. Si el personal no está familiarizado con los indicadores del desarrollo social y emocional, pueden identificar erróneamente a un niño como "problemático" cuando en realidad está mostrando un comportamiento esperado para la etapa del desarrollo. El personal puede incluso no identificar a un niño que podría beneficiarse de servicios de desarrollo adicionales.
Por ejemplo:
- Un niño de 2 años que hace lo contrario de lo que se le dice se comporta de una manera típica para la edad. El personal no debe referir a este niño para una evaluación. En cambio, deben trabajar con este niño de una manera apropiada para el desarrollo.
- Un niño de 3 años que se molesta por un cambio repentino (inevitable) en la rutina y hace una pataleta necesita el apoyo del personal. Los niños de esta edad prosperan con la rutina y la estructura y un cambio repentino puede hacer que reaccionen.
Los tipos de comportamiento que pueden ser difíciles de manejar, como morder o pasarse de la raya, son típicos de los niños pequeños; sin embargo, de igual manera debe abordarse. Los directivos del programa debe asegurarse de que el personal tenga una comprensión básica de estos comportamientos típicos y reciba apoyo para manejarlos adecuadamente, lo que a su vez apoya el desarrollo general del niño. Si un niño con un comportamiento desafiante no responde a la enseñanza y redirección típicas apropiadas para el desarrollo, a menudo es útil referirlo para una evaluación o prueba de trastornos del desarrollo en su comunidad.
Consejos y estrategias con respecto a los indicadores del desarrollo relacionados con la salud mental
- Asegúrese de estar atento a los indicadores sociales, emocionales y comportamentales, así como a la salud física y el desarrollo.
- Apoye el desarrollo de estos indicadores de manera formal e informal todos los días:
- reconociendo los sentimientos de los niños,
- dando ejemplo sobre cómo expresar los sentimientos,
- consolando a los niños cuando se sientan mal,
- proporcionando cuidadores y maestros, estructura y rutinas habituales.
- Decida cómo usted y su equipo directivo pueden asegurarse de que el personal esté familiarizado con estos indicadores y pueda identificar los matices entre el desarrollo típico, los comportamientos típicos que necesitan apoyo adicional para resolverlos y los comportamientos que necesitan evaluación e intervención en salud mental.
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Resource Type: Artículo
National Centers: Centro Nacional de Salud, Salud del Comportamiento y Seguridad
Última actualización: June 27, 2023