Los bebés, los niños pequeños y los niños en edad preescolar se desarrollan dentro del contexto de sus relaciones con los adultos importantes en su vida. La naturaleza de estas relaciones tiene un profundo impacto en los niños. Cuando los niños observan e interactúan con adultos conocidos, empiezan a aprender a expresarse e interpretar una amplia serie de emociones. El desarrollo social y emocional van juntos en los primeros años. 1 También desarrollan la capacidad de autorregulación con el apoyo de relaciones coherentes y receptivas. La autorregulación es una parte importante de convertirse en un aprendiz exitoso. Esta creciente capacidad de los niños para manejar sus emociones y comportamientos permite que haya un compromiso más positivo en las actividades de aprendizaje. 2
Algunos investigadores ven cada expresión de angustia de los bebés como una oportunidad de interacción que construirá relaciones con un adulto importante. 3 Los adultos que responden rápidamente para calmar y consolar a un bebé que llora le están ayudando a dominar sus reacciones físicas inmediatas a los acontecimientos y comienzan a usar la autocalma, el pensamiento y, eventualmente, las palabras como una manera de lidiar con una determinada situación. A medida que los bebés se convierten en niños pequeños y los niños pequeños se convierten en niños en edad preescolar desarrollan formas más diversas de contarles a los adultos acerca de sus intereses y necesidades. También adquieren una mayor capacidad para actuar sobre el entorno e interactuar con compañeros y adultos conocidos. Los adultos utilizan estrategias cada vez más sofisticadas para responder a medida que los niños se desarrollan y aprenden.
Idealmente, los adultos pueden apoyar la dependencia completa del recién nacido y respetar cada vez más la creciente autonomía de un niño pequeño y la independencia de un niño en edad preescolar. Al mismo tiempo, el adulto le está demostrando al niño: "Me doy cuenta de lo que haces. Me importa cómo te sientes. Te protegeré. Puedo ayudarte a crecer". El personal de Head Start y Early Head Start recibe capacitación continua sobre cómo usar su rol como maestros, visitadores del hogar y proveedores de cuidado infantil familiar para apoyar este desarrollo positivo a través de relaciones ( 45 CFR §1302.34; 45 CFR §1302.35(b)(1); 45 CFR §1302.35(c)(1–3) y (5); 45 CFR §1302.92(b)(5)).
Andre tuvo pocas oportunidades de estar en un grupo grande de niños y ninguna de estar lejos de sus padres. Antes de que Giselle y Rico lo inscribieran en la opción basada en el hogar cuando tenía 2 años, la familia vivía en una pequeña casa en los suburbios. Rico trabajaba y Giselle se quedaba en casa para cuidar a Andre. Andre tuvo algún contacto con otros niños en el vecindario, por lo general en un parque infantil público, así como visitas ocasionales con sus tíos y tres primos mayores que hablan en español. Sin embargo, cuando Rico perdió su trabajo, la familia ya no podía pagar la casa. Se mudaron a un apartamento más pequeño y económico en la ciudad, pero en un vecindario menos seguro. Esto fue estresante para todos. A Giselle le preocupaba la seguridad de Andre afuera, así que no lo sacó mucho.
Poco después de mudarse, Giselle y Rico inscribieron a Andre en el programa Head Start basado en el hogar. Las visitas al hogar fueron íntimas, solo el visitador del hogar, Giselle, Rico y Andre, y se hicieron en español. Cuando Andre fue a las socializaciones en grupo, el tamaño del grupo era pequeño (de seis a 10 niños), muchos de los niños y padres hablaban español, y Giselle o Rico siempre estaban presentes. Andre se mantuvo muy pegado a sus padres en la actividad grupal y sus padres monitorearon muy de cerca sus interacciones con los otros niños. A la primera señal de cualquier posible conflicto con un niño, Giselle y Rico intervenían, apartaban a Andre y le daban un juguete para que jugara. La limitada experiencia de Andre interactuando con otros niños pequeños probablemente contribuyó a sus dificultades para interactuar con ellos de maneras más prosociales.
Los niños pequeños y los niños en edad preescolar observan a las personas en las que confían para ayudarles a aprender cómo deben comportarse. Buscan a un adulto conocido para que los tranquilice cuando un extraño entra a la habitación o cuando dudan en la parte superior de un tobogán. Ven cómo los adultos se tratan entre ellos y con otros niños para determinar sus propias reacciones. Los niños evalúan constantemente las reacciones de los adultos hacia ellos en busca de mensajes de amor y su propio mérito. Para los niños pequeños, no responder en absoluto a sus acciones conlleva sus propios mensajes perturbadores.
Cuanto más profunda sea la comprensión del adulto sobre el desarrollo típico, más fácil será responder adecuadamente. Por ejemplo, cuando una niña pequeña mira a su padre a los ojos, se dice "no" a sí misma, pero de todas maneras trata de agarrar el enchufe eléctrico, algunos adultos etiquetarían esto como un comportamiento deliberadamente desafiante. Sin embargo, un adulto que sabe acerca del desarrollo típico del niño reconocerá que el niño pequeño puede estar aprendiendo acerca de las reglas y probándolas. Papá ya dijo que no agarrara el enchufe eléctrico, pero ¿seguirá diciendo que no esta vez?
Un niño mayor o un niño en edad preescolar con el mismo comportamiento podría estar empezando a descubrir que otras personas ven las cosas de manera diferente a él y a reunir evidencia de lo que significa esta discrepancia. Este niño puede estar comprobando si la regla sobre los enchufes eléctricos que parece importar tanto a papá, pero no a él, puede ser desviada si reconoce que conoce la regla del "no". Los niños pequeños también están aprendiendo a controlar sus impulsos. Incluso si saben que "la regla de no toques el enchufe eléctrico", todavía tienen problemas para dejar de hacerlo sin el apoyo directo de un adulto. Los niños necesitan que los adultos proporcionen respuestas coherentes apropiadas para la edad, el desarrollo y la cultura para aprender las reglas de comportamiento. La falta de coherencia confunde a los niños y a menudo los lleva a más situaciones de "mal comportamiento".
Algunos comportamientos de los niños son más fáciles de entender para los adultos que otros. La forma como los adultos interpretan y reaccionan ante el comportamiento es personal. Interpretan el comportamiento a través de los filtros de valores, culturas, creencias, experiencias y expectativas de la familia. Por ejemplo, un adulto podría anticipar que un bebé pequeño cansado se alborote y llore y pueda consolarlo fácilmente. Ese mismo adulto, sin embargo, podría sentirse exasperado cuando un niño pequeño cansado muerde a otro niño. Incluso cuando entiende que morder es el comportamiento típico de los niños pequeños, es hiriente y molesto, y puede hacerle enojar y menos capaz de consolar al niño pequeño. Sin embargo, es importante recordar que el niño que está mordiendo está tratando de comunicar sus deseos o necesidades y también está observando y aprendiendo de la reacción del adulto.
Cada niño llega a su programa Head Start y Early Head Start con experiencias y expectativas únicas, moldeadas por sus primeros momentos con su familia. Cada niño aporta su propios antecedentes personales a cada nuevo momento de exploración o interacción.
Cuando Jemma nació, Andre parecía aceptar su presencia. Pero después de un mes, Giselle y Rico empezaron a ver que le quitaba los cascabeles y otros juguetes de las manos a Jemma. También comenzó a halar las manos o la ropa de sus padres mientras cambiaban los pañales, alimentaban o bañaban a Jemma. Estos comportamientos no ocurrieron a menudo y el visitador del hogar les dio sugerencias a Giselle y Rico sobre cómo manejarlos. Trataron de usar las sugerencias de manera coherente, pero no siempre tuvieron éxito. Giselle y Rico estaban estresados por sus finanzas que iban en declive y el estrés a veces los hacía perder la paciencia con Andre. Le alzaron la voz para que dejara de quitarle los juguetes de Jemma y de halarlos. Empezaron a quitarle sus juguetes, con la esperanza de que eso lo disuadiera más rápidamente de quitarle los de Jemma. Andre se encogió cuando le gritaron y lloró cuando le quitaron sus juguetes. Sus padres lo consolaron inmediatamente. Sin embargo, no dejó por completo de quitarle los juguetes a su hermana ni de halarlos a ellos.
Los niños aprenden sobre la profundidad, continuidad y fiabilidad de las relaciones a través de sus experiencias cotidianas. Desarrollan una historia personal y expectativas de las relaciones. Algunos niños aprenden que las personas que los aman y cuidan de ellos siempre están ahí para ellos. Las personas en su vida son estables, coherentes, responsables y receptivas. Sin embargo, algunos niños no experimentan dichas relaciones con los adultos importantes en su vida. Esto puede afectar negativamente su desarrollo social y emocional (salud mental) así como otras áreas de desarrollo.
La importancia de las relaciones coherentes con los adultos que cuidan no puede ser exagerada. Los niños que desarrollan relaciones de confianza con los adultos son capaces de explorar y participar en el mundo que los rodea. Saben que los adultos los apoyarán en tiempos difíciles. 4 Esta es la razón por la que es tan importante que el personal de los programas Head Start y Early Head Start desarrolle relaciones positivas con los niños y proporcione respuestas coherentes a su comportamiento.
1 HHS, ACF, OHS, Head Start Early Learning Outcomes Framework: Ages Birth to Five (en inglés) [Marco de Head Start sobre los resultados del aprendizaje temprano de los niños: Desde el nacimiento hasta los 5 años], 23.
2 Ibid, 10.
3 Robinson, JoAnn L. y Marcela C. Acevedo, "Infant Reactivity and Reliance on Mother During Emotional Challenges: Prediction of Cognition and Language Skills in a Low-Income Sample" (en inglés) [ Reactividad infantil y confianza en la madre durante los desafíos emocionales: Predicción de la cognición y las habilidades del lenguaje en una muestra de personas de bajos ingresos], Child Development 72, No. 2 (2001): 402–426.
4 HHS, ACF, OHS, Head Start Early Learning Outcomes Framework: Ages Birth to Five (en inglés) [Marco de Head Start sobre los resultados del aprendizaje temprano de los niños: Desde el nacimiento hasta los 5 años], 22.
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Resource Type: Artículo
National Centers: Desarrollo, enseñanza y aprendizaje en la primera infancia.
Última actualización: October 21, 2020