Las socializaciones en grupo aportan muchos beneficios a los niños pequeños y a sus familias. Para los niños, el entorno de grupo proporciona nuevas oportunidades de aprendizaje y experiencias que de otra manera no tendrían: imágenes y sonidos novedosos, texturas y experiencias sensoriales, interacciones sociales y entre pares, equipos de juego y experiencias de juego. Los padres y las familias también se benefician. Para algunos, simplemente salir de la casa y reducir el aislamiento es algo que valoran. Muchos padres y familias aprecian la oportunidad de entablar amistades con otros padres y ampliar sus sistemas de apoyo social. A otros les gusta aprender acerca de la crianza con los otros padres, con el personal basado en el hogar y con los socios comunitarios.
Sin embargo, muchos visitadores del hogar y supervisores basados en el hogar tienen que lidiar con una baja asistencia de las familias a las socializaciones en grupo. Puede ser que usted haya experimentado algo así en su programa. Hay muchas razones posibles para experimentar una baja asistencia:
- Puede haber una barrera lingüística o cultural entre los padres y el visitador del hogar.
- Es posible que los padres no se sientan cómodos en grupo.
- Es posible que los padres no entiendan bien el propósito y los beneficios de las socializaciones.
- Los padres pueden pensar que lo que sucede durante las socializaciones no está relacionado con lo que sucede durante las visitas al hogar.
- Los padres pueden sentir que no tienen voz ni voto en lo que sucede durante las socializaciones.
- Los padres pueden sentir que los temas y las experiencias no reflejan sus intereses o necesidades.
- Los padres pueden sentir que reciben poca atención si el grupo es demasiado grande.
- Los padres pueden sentirse perdidos si no hay un intérprete presente o si su visitador del hogar no está en el lugar.
- Los padres pueden sentirse desconectados del programa en general.
La programación y la logística también pueden influir. Puede ser que la hora de las socializaciones no sea la mejor para algunas familias, que transportarse hacia y desde las instalaciones o el lugar de socialización sea un desafío, e incluso que el espacio físico en sí provoque rechazo si está muy lleno o es poco acogedor. También puede haber prácticas o creencias en la cultura de las familias que las aíslen o limiten su participación.
Asóciese con los visitadores del hogar y los padres y las familias para averiguar lo que puede estar causando una baja asistencia. Busque soluciones, pero planifique proactivamente cómo reducir los problemas que pueden causar una baja asistencia. Como supervisor, usted sabe que la comida y las rifas por sí solas no hacen que una socialización en grupo sea eficaz (¡aunque esos son incentivos útiles!). Las socializaciones eficaces necesitan contar con relaciones sólidas entre las familias, los visitadores el hogar y el personal del programa. Las relaciones hacen que las socializaciones en grupo sean significativas para las familias.
Los programas basados en el hogar han utilizado las siguientes estrategias para crear socializaciones en grupo eficaces:
- Asegurarse de que los padres y las familias entiendan el propósito de las socializaciones en grupo y cómo estas se relacionan con las visitas al hogar y apoyan el bienestar de los niños y la familia. Dígales lo siguiente a las familias:
- "Las socializaciones se centran tanto en usted como en su hijo. ¡Hay cosas de interés para todos!".
- "Las socializaciones le permiten conocer a otros padres que están experimentando las mismas cosas con sus hijos que usted y aprender de ellos".
- "Las socializaciones nos dan más tiempo para centrarnos en las metas que usted ha dicho que son importantes para su hijo".
- "Las socializaciones ofrecen la oportunidad de discutir sobre temas de los que ha dicho que quiere aprender más".
- "Las socializaciones le brindan la oportunidad de aprender más acerca de su hijo, cómo su hijo interactúa con su entorno y con otros niños".
- Animar a los visitadores del hogar a hablar sobre las socializaciones durante las visitas al hogar. Podrían decir lo siguiente:
- "José disfrutó mucho jugando al lado de los otros niños en el último grupo".
- "Margaret preguntó por usted después del encuentro en el que ustedes dos hablaron".
- "¿Verdad que fue divertido ver a Omar apilar los bloques y emocionarse tanto con eso en la socialización de grupo?".
- Los visitadores del hogar y los padres también pueden explorar preguntas como:
- "¿Qué experiencias nuevas le gustaría que tuviera su hijo? ¿Cómo podríamos llevarlas a la práctica? ¿Qué utensilios o materiales necesitamos?".
- "¿Qué aprendió sobre su hijo durante la última socialización?".
- "¿Cómo se relaciona su hijo con usted o con otros niños durante la experiencia en grupo?".
- "¿Qué información puedo ofrecerle?".
- "¿Puede llegar a la socialización? Si no, vamos a pensar en algunas opciones para transportarse hasta allí".
- Enviar avisos sobre las próximas socializaciones a través de los medios preferidos por los padres (p. ej., recordatorios verbales durante las visitas al hogar, llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto, tuits). Siga el protocolo de su programa en cuanto al uso de la tecnología para comunicarse con las familias.
- Elegir un nombre que transmita la filosofía de su programa sobre el propósito de las socializaciones en grupo. Por ejemplo, los programas han elegido nombres como "grupos de juego", "grupos de amigos", "día de la familia" y "tiempo en familia".
- Ofrecer socializaciones en grupo en español u otros idiomas que hablen las familias. Asegúrese de que se ofrezcan servicios de interpretación en grupos de idioma mixto.
- Limitar el tamaño del grupo de socialización. Los grupos más pequeños proporcionan una cercanía y una intensidad de la interacción que facilita la confianza, la previsibilidad y el cuidado receptivo. Los grupos más pequeños les permiten a los niños y familias y al personal tener más oportunidades para la atención individual y la interacción significativa.
- Además de invitar a los padres a ser parte del proceso de planificación, pídales su opinión después de cada socialización. Un programa creó un breve formulario que les pedía a los padres que describieran su experiencia —lo que les gustaba, lo que pensaban que funcionaba bien y lo que cambiarían— y dieran ideas para futuros temas de socialización, así como información, materiales y recursos específicos de la cultural que pudieran compartir. Pídales a las familias que aporten sugerencias para futuros menús. Después, asegúrese de que los comentarios y sugerencias de los padres se incorporen a la planificación futura.
- Centrar las experiencias en grupo en temas que coincidan con lo que ocurre durante las visitas al hogar.
- Utilizar las socializaciones para crear un sentido de pertenencia. Dele la bienvenida calurosamente a cada niño y miembro de la familia y proporcione etiquetas de identificación para que los niños y adultos escriban su nombre. Configure el espacio físico para fomentar la cercanía y la conversación. Muestre fotos de los niños y los miembros de la familia participantes. Proporcione asientos cómodos para adultos y para niños.
- Invitar a los padres a asociarse con los visitadores del hogar para planificar y organizar actividades, reunir materiales y preparar refrigerios. Cuando sea posible y apropiado, invite a los padres a ayudar a cantar canciones, a contar historia, a tener discusiones en grupo o a tomar la iniciativa cuando estén listos.
- Involucrar a los padres en la observación activa de su hijo. Invítelos a documentarlo en un diario, a filmar videos y a fotografiar a su hijo mientras este interactúa y aprende. Un programa utiliza fotografías para crear un álbum de recuerdos que ilustra el crecimiento del niño y los padres con el tiempo. También es una manera de obtener información de observación para la evaluación continua del niño.
- Cuando proporcione materiales impresos como letras de canciones o folletos informativos, considere los idiomas de los padres y sus niveles de alfabetización. Asegúrese de que los materiales impresos sean claros y comprensibles.
- Considerar la posibilidad de ofrecer socializaciones basadas en la edad de los niños, por ejemplo, los bebés pequeños, los bebés que se desplazan solos, los niños pequeños y los preescolares. Esto tiene el beneficio adicional de agrupar a los padres con experiencias de vida similares. Sin embargo, las socializaciones de edad mixta también son beneficiosas, especialmente para las familias con varios niños menores de 5 años.
- Los padres generalmente se sienten más cómodos cuando su visitador del hogar asiste a las socializaciones; siempre que sea posible, asegúrese de que los horarios de los visitadores del hogar les permitan estar allí.
- Hacer encuestas a los padres para determinar la mejor hora y los días más apropiados para las socializaciones. Consulte periódicamente para ver si los días y horas aún son factibles o si es necesario hacer cambios.
- Asegurarles a los padres que otros miembros de la familia que estén participando activamente en el cuidado del niño (p. ej., abuelos) pueden asistir a las socializaciones. Sin embargo, tenga en cuenta que debe equilibrar esto con la necesidad de que las socializaciones en grupo sean pequeñas, íntimas y enfocadas en las interacciones entre padres e hijos.
- Considerar la posibilidad de realizar socializaciones en diferentes lugares cuando eso se ajuste a las metas de su programa para las socializaciones, la preparación escolar y los resultados familiares, así como los intereses y las necesidades de los padres basados en sus acuerdos de asociación familiar.
- Considerar la posibilidad de recopilar experiencias de socialización al final de cada año programático mediante una compilación de video o imágenes. Esta representación visual del crecimiento y desarrollo de un niño puede fomentar la participación futura y puede reforzar la utilidad de estas reuniones para el personal del programa.
Leer más:
Resource Type: Artículo
National Centers: Desarrollo, enseñanza y aprendizaje en la primera infancia.
Última actualización: February 19, 2021