La alfabetización en salud requiere un enfoque combinado a nivel personal y organizacional. Los programas para la primera infancia y otras organizaciones desempeñan un papel importante para garantizar que las personas entiendan y tengan igualdad de acceso a la información y a los servicios relacionados con la salud. Al centrarse en prácticas de alfabetización en salud, los programas pueden mejorar la comunicación, reducir las disparidades de salud y promover la equidad en salud para todos.
Head Start y otros programas de la primera infancia que se centran en la alfabetización en salud pueden mejorar el bienestar de los niños, las familias y el personal. Promover la alfabetización en salud también aumenta la probabilidad de que los niños sean saludables y estén listos para aprender. Ayudar a las personas a entender y a responder a las condiciones y factores que afectan su salud en general es una de las mejores maneras de hacerlo.
Los programas de la primera infancia pueden utilizar los principios rectores para convertirse en organizaciones centradas en la alfabetización en salud.
Principios rectores
Según las recomendaciones del Plan de acción nacional para mejorar la alfabetización en salud (en inglés), los principios rectores destacan siete conceptos básicos. Estos son la capacidad, el contenido, la equidad, la difusión, los comentarios, la práctica y la evaluación. Los programas pueden usarlos para aumentar su capacidad de implementar prácticas de alfabetización en salud y evaluar su progreso.
Capacidad
Comprender la alfabetización en salud e implementar prácticas de alfabetización en salud.
En el caso de los programas de la primera infancia, la experiencia en alfabetización en salud es clave para poder ofrecer más información, además de programas y servicios de alfabetización en salud. Eso incluye principios de comunicación clara y lenguaje sencillo.
La alfabetización en salud de las organizaciones mejora la capacidad de un programa de llevar a cabo estrategias que faciliten que el personal y las familias entiendan la información de salud. También ayuda a los programas a involucrarse con socios comunitarios en el sistema de atención médica. Esto permite que las familias obtengan los mayores beneficios de los programas de la primera infancia.
Contenido
Ofrecer información de salud que sea fácil de encontrar, de entender y de usar.
Los programas de la primera infancia pueden incluir principios de alfabetización en salud en todos los productos y servicios. Esto hace que sea más fácil para el personal y las familias entender y usar los mensajes y materiales. Los programas pueden usar estos principios para mejorar la información y los recursos que desarrollan y comparten con las familias y el personal. Estas son algunas estrategias:
- Desarrollar o adaptar materiales para que sean pertinentes para las familias del programa.
- Elegir recursos que tengan información correcta, sean accesibles y practicables.
- Comunicarse en el formato más utilizado por las familias del programa.
Equidad
Implementar prácticas equitativas, inclusivas y receptivas desde el punto de vista cultural y lingüístico.
Cuando los programas de la primera infancia son más conscientes de cómo la cultura y el idioma influyen en la comunicación, pueden apoyar mejor al personal y a las familias. Las prácticas de alfabetización en salud pueden conducir a unos servicios apropiados desde el punto de vista cultural y lingüístico. Esto puede mejorar la comunicación intercultural. Estas prácticas también facilitan el acceso a la atención, aumentan la calidad de la atención y reducen las disparidades de salud.
Los Estándares nacionales para servicios apropiados desde el punto de vista cultural y lingüístico (CLAS, sigla en inglés) (en inglés) ayudan a los programas a entender la importancia que tienen la cultura y el idioma. Los estándares CLAS son "un conjunto de 15 medidas de acción que proporcionan un plan para que las personas y las organizaciones de salud y atención médica implementen servicios apropiados desde el punto de vista cultural y lingüístico".
Difusión
Compartir información precisa, accesible y procesable para guiar las decisiones de salud.
Distribuir recursos basados en evidencia a las familias y al personal es importante para la alfabetización en salud. Los programas de la primera infancia ayudan a las familias y al personal asegurándose de que los recursos que distribuyan sean correctos, accesibles y procesables. Los programas también pueden ayudar a las familias a aprender a encontrar fuentes de información de salud confiables.
Comentarios
Solicitar, revisar y aplicar comentarios.
Incluya al público objetivo en el proceso de desarrollo, elección y distribución de la información de salud. Esta es una característica esencial de las organizaciones alfabetizadas en salud. Los programas pueden obtener retroalimentación para mejorar el contenido invitando a las familias y otras personas de la comunidad a revisar los recursos. Los usuarios pueden ofrecer sus comentarios sobre mensajes, folletos u otros recursos. También puede pedirles su opinión sobre eventos educativos y programas o actividades comunitarios.
Los programas de la primera infancia pueden ser el ejemplo a seguir en cuanto a las mejores prácticas. Para lograrlo, pueden crear una cultura de escucha e incluir las recomendaciones del público al que prestan servicios. El público pueden ser familias con niños pequeños, personal en programas de la primera infancia, socios comunitarios, consultores de programas y otras personas en la comunidad que interactúan con niños desde el nacimiento hasta los 5 años de edad. Aumentar la capacidad de los programas para obtener y utilizar los comentarios es importante para promover prácticas de alfabetización en salud y asegurarse de que la comunicación en salud sea eficaz.
Practicar
Adoptar e implementar orientaciones, recursos y herramientas que promuevan la alfabetización en salud.
Para ser una organización centrada en la alfabetización en salud, los programas deben incluirla en la misión y las operaciones del programa. Los líderes pueden incorporar la alfabetización en salud en la planificación, evaluación, políticas, procedimientos, diseño de servicios, desarrollo de políticas, creación de asociaciones y mejora de la calidad.
Utilice los principios rectores para revisar las prácticas de alfabetización en salud a lo largo del año y durante la autoevaluación anual. Esto ayuda a garantizar que los programas desarrollen, promuevan y lleven a cabo prácticas que apoyen y mejoren la alfabetización en salud.
Evaluación
Evaluar el impacto de los principios de alfabetización en salud en las prácticas de los programas de la primera infancia.
Los programas pueden ser más eficaces mediante el establecimiento de iniciativas continuas de mejora de la calidad que se centren en la alfabetización en salud. Por ejemplo, pueden usar los principios rectores para evaluar sus recursos. Las organizaciones también pueden establecer parámetros para mostrar cuan eficaces son sus prácticas de alfabetización en salud para las familias. Revisar las prácticas de la organización centradas en la alfabetización en salud mejora la comunicación. También hace que aumente la capacidad de convertirse en organizaciones centradas en la alfabetización en salud.
Los siete principios rectores descritos anteriormente aumentan la responsabilidad de los programas de la primera infancia de poner en práctica la alfabetización en salud. Al adoptar y aplicar estos principios, los programas de la primera infancia pueden desarrollar procesos para mejorar la capacidad de su personal y las familias para tomar decisiones y actuar de manera informada en relación con la salud.
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Resource Type: Publicación
National Centers: Centro Nacional de Salud, Salud del Comportamiento y Seguridad
Última actualización: April 25, 2024