De Amanda Bryans
¡¿Por qué no se van a dormir?!
Justin T. era un niño menor de 4 años que parecía aún más pequeño de la edad que tenía. Mi aula de Head Start fue su primera experiencia fuera de casa. Durante las primeras semanas, lloró durante varios minutos después de que su madre lo dejó, pero se involucró con bastante facilidad en las maravillas del salón: los bloques, los autos, los libros, las comidas, los amigos; todo le encantaba. Hasta que llegó la hora de descansar. Cuando vio las camitas, los ojos de Justin T. se llenaron de lágrimas y gritó: "QUIERO A MI MAMÁ". La maestra asistente se tapó las orejas con las manos y me dijo en voz baja: "No puedo soportar ese ruido. Tómalo".
Los educadores del grupo de niños de 3 a 5 años necesitan un descanso. Después de más de dos años de pandemia, donde los niños pasaron muy poco o nada de tiempo en sus programas Head Start, pueden tener menos experiencia en el cuidado grupal, diferentes habilidades sociales y más experiencias traumáticas. Al mismo tiempo, los maestros, los asistentes de maestros y los proveedores de cuidado infantil familiar pueden ser nuevos en el programa Head Start y estar menos familiarizados con las regulaciones, rutinas y apoyos positivos que mantienen a los niños seguros y los ayudan a prosperar. Todo esto puede llegar a un punto crítico en el tiempo de descanso. El personal necesita un descanso, tienen que realizar trabajos administrativos y, a veces, quieren desesperadamente que los niños se vayan a dormir.
Shiquira era otra niña en mi salón de Head Start hace muchos años. Ella también era una niña de 4 años. Era elocuente y segura. Se acostaba en su camita a la hora del descanso, escuchaba la música relajante y permanecía completamente despierta. Algunos de los niños en mi salón se inquietaban, sacaban juguetes de los estantes y hablaban entre ellos, pero la mayoría de ellos se quedaban dormidos dentro de los primeros 10 minutos de nuestro período de descanso de una hora. Mientras los ojos de Shiquira permanecían bien abiertos.
La investigación es muy clara cuando señala que los seres humanos necesitan dormir. Los niños pequeños necesitan dormir más que los niños mayores y los adultos. Resulta que el sueño es necesario para el aprendizaje, así como para la salud. Estudios recientes afirman que la necesidad de dormir de los niños varía según el desarrollo del hipocampo del cerebro. Como reconocen la mayoría de los educadores experimentados, algunos niños de 3 y 4 años ya no requieren una siesta por la tarde. Puede ser difícil saber si los niños "necesitan" dormir la siesta. Algunos niños llegan a los centros cansados, ya que muchos niños en edad preescolar no duermen todo lo que necesitan. Desafortunadamente, y como la mayoría de nosotros los adultos sabemos, estar demasiado cansado puede hacer que sea más difícil conciliar el sueño. Otros niños que asisten a los programas Head Start no se sienten lo suficientemente seguros como para quedarse dormidos. Los niños pueden extrañar más a sus padres o cuidadores en el tiempo de descanso, especialmente cuando son nuevos en el programa. Muchos de nuestros niños de Head Start han experimentado traumas, pérdidas e incertidumbre en los últimos meses.
Las Normas de Desempeño del Programa Head Start requieren que los programas preescolares que operan más de seis horas proporcionen un tiempo de descanso, así como alternativas de actividades tranquilas para los niños que no se duermen (45 CFR §1302.31(e)). El tiempo de descanso debe ser relajante tanto para los educadores como para los niños. Las luces se pueden atenuar y se puede reproducir música suave. Algunos programas usan audiolibros que pueden ayudar a los niños a concentrarse en descansar. Muchos educadores incorporan estrategias de relajación, como ayudar a los niños a aprender a respirar profundamente y lentamente. No se puede ni se debe exigir a los niños que permanezcan inactivos en las cunas. En cambio, se les puede animar a que duerman por un tiempo breve, a menudo en la compañía de un libro. El tiempo de descanso es una importante oportunidad de aprendizaje para la autorregulación. Los adultos pueden ayudar a los niños a aprender a calmarse y relajarse.
Los niños que permanecen despiertos pueden optar por descansar en una cuna o moverse a un área de la habitación y seleccionar una actividad tranquila. Las actividades tranquilas pueden incluir libros, pequeños tableros de fieltro y formas de fieltro, rompecabezas, tableros de clavijas, dibujo o escritura. Un maestro debe permanecer cerca de esta área para guiar a los niños y asegurarse de que estén comprometidos con la actividad. Los niños pueden entender que algunos de sus amigos necesitan descansar, por lo que necesitan usar sus habilidades de dedicar tiempo a tranquilidad.
Cada niño es diferente. Shiquira ya no necesitaba dormir la siesta. Le proporcionábamos una selección de materiales de arte y de artículos que podía manipular y que disfrutaba en una mesa. ¿Y qué pasó con Justin T.? Bueno, nos enteramos de que su madre fue víctima de violencia doméstica continua. Justin T. a veces se despertaba con los sonidos aterradores de su madre lastimada. Necesitaba desesperadamente dormir más, pero estaba demasiado preocupado. Eventualmente, su trabajador familiar de Head Start ayudó a Justin T. y a su madre para que encontrarán seguridad. Justin T. aprendió a descansar con un animal de peluche especial y un adulto cercano. Un día, se durmió y lo hizo hasta que terminó el tiempo de descanso.
Amanda Bryans es la supervisora de Educación y de la Investigación a la Práctica de la Oficina de Head Start.