Head Start fue mi única oportunidad de tener una educación en la primera infancia.
– Sheena Prince, graduada de Head Start, Oxon Hill, MD
Durante mi infancia en la capital del país, tuve la oportunidad de asistir a Head Start en Peace Lutheran Church en el sureste de Washington, DC. Soy una persona con necesidades especiales y discapacidades psiquiátricas y mi familia pasaba por momentos difíciles, por lo que Head Start fue mi única oportunidad para tener una educación en la primera infancia. Después de que mis padres se divorciaron, sufrí ansiedad por separación y problemas de adaptación a nuevos entornos. Head Start me ofreció un lugar donde podía adquirir las habilidades críticas fundamentales de socialización y aprendizaje temprano. Me preparó para entrar a kindergarten con un nivel de comprensión de lectura muy por encima de la mayoría de los estudiantes de mi grupo de edad. Me convertí en una estudiante muy avanzada cuya colocación siempre representó un reto para los funcionarios y el personal de la escuela. Cuando llegué a la escuela secundaria, era evidente que tenía fortalezas académicas que superaban las de mis compañeros.
Pero me enfrenté a muchos retos, a menudo debido a un fallo del sistema educativo que no ofrece buenas alternativas a los estudiantes con necesidades de aprendizaje excepcionales. Pienso que se necesitan urgentemente algunos cambios para garantizar que todos los niños reciban una educación de calidad. Mi principal misión en la vida es abogar por mejoras en el sector de la educación especial. Estoy estudiando para terminar mi título en educación en la primera infancia. Me gustaría ayudar a que los estudiantes de los programas de necesidades especiales de intervención temprana tengan la buena formación educativa que cada niño merece, independientemente de su capacidad. Una formación como la que yo recibí en Head Start.