Creo firmemente que Head Start tiene un impacto positivo en las familias, y que es permanente.
– Myrna Martorell, coordinadora de discapacidades, Bronx, NY
Hace 33 años, cuando mi hijo más pequeño asistió al programa, me convertí en una madre de Head Start. Mi vida cambió; apenas había empezado la universidad y mi meta era ser terapeuta física. Un día un miembro del personal me invitó a asistir a un taller de 20 semanas sobre crianza. Lo que aprendí fue que Head Start era un programa que educaba a mi hijo, pero también a la familia. Nunca hubiera pensado que asistir a este taller iba a cambiar toda mi vida. Esa capacitación me ayudó a ser una mejor madre para mis tres hijas.
Seguí en la universidad hasta que un día me dijeron que había un puesto de asistente de maestro disponible; solicité el puesto de asistente de maestro, luego de directora y ahora soy coordinadora de discapacidades. He sido parte del personal de Head Start durante 27 años. Creo firmemente que Head Start tiene un impacto positivo en las familias, y que es permanente. ¡Gracias, Head Start!