Los programas Head Start y Early Head Start pueden usar este recurso para informarse más acerca de cómo trabajar con familias y niños que podrían estar sufriendo violencia. Esta información es particularmente útil durante los períodos en que las comunidades tienen que permanecer en sus hogares. Explore:
- Preguntas que debe tener en cuenta al prepararse para contactar a las familias.
- Estrategias para llegar a las familias y apoyarlas.
- Estrategias para el autocuidado (PDF en inglés).
En los momentos en que el distanciamiento físico es una prioridad para proteger la salud de todos, muchos de nosotros estamos preocupados por los niños y las familias con quienes trabajamos. Es posible que estén en el hogar por períodos más largos con una persona que los ha lastimado. Es particularmente importante priorizar las conexiones con estas familias. Concéntrese en maneras de fortalecer las relaciones, reducir el estrés de los padres, ayudar a las familias a acceder a recursos para satisfacer las necesidades básicas y promover la seguridad.
Con la crisis de salud actual, es probable que las familias estén experimentando altos niveles de estrés. Además de preocuparse por su salud y por el acceso a la atención médica, pueden verse afectados por el desempleo o la reducción de las horas de trabajo. Puede ser que las familias tengan dificultades para pagar el alquiler u otros gastos del hogar, o para garantizar comidas regulares para su familia. También se están adaptando a nuevas rutinas ahora que no cuentan con cuidado infantil ni actividades escolares. El aumento del estrés relacionado con estos y otros desafíos puede hacer que el riesgo de violencia en el hogar sea mayor.
El personal y los programas Head Start y Early Head Start están respondiendo rápidamente y generando nuevas formas de apoyar a las familias en estos tiempos inciertos. El personal que trabaja con familias que podrían estar sufriendo violencia doméstica puede ofrecer apoyo aun cuando esté trabajando desde la casa. Programe comunicarse a menudo con las familias y pregúnteles qué necesitan. Analice maneras de lidiar y reducir el estrés y planificar las emergencias.
Prepárese y planifique
Tómese su tiempo para reflexionar sobre estas preguntas antes de comunicarse con las familias.
- ¿Qué tipo de relación tiene con la familia? ¿Qué sabe de su situación?
- ¿En qué fortalezas podría apoyarse la familia? ¿Hay relaciones saludables dentro o fuera de la familia que podrían proporcionar consuelo, conexión y fortaleza?
- ¿Tiene formas de comunicarse con la familia que no impliquen más riesgos de seguridad en el hogar? ¿Puede usar alguna de estas estrategias ahora? Por ejemplo, ¿se ha comunicado a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes de texto en el pasado? ¿Sería posible continuar esta práctica sin poner a nadie en peligro? ¿Usan palabras en código o determinadas frases que indican que hay un peligro inmediato?
- ¿Cuáles son sus preocupaciones y cómo podría abordarlas antes de comunicarse con la familia?
- ¿Necesita apoyo adicional de su supervisor o del liderazgo del programa?
Elija cómo responder a la situación
Revise estas estrategias para encontrar maneras de ayudar a los niños y adultos que podrían estar sufriendo violencia en el hogar. No todos los ejemplos se aplican a todas las situaciones.
Comuníquese
Es común que las familias expuestas a la violencia estén aisladas de amigos y familiares. Muchos niños y adultos tienen miedo de pedir ayuda. También podrían sentirse avergonzados o temer que la violencia empeore. Podrían pensar que ellos tienen la culpa de lo que está pasando. Usted puede hacerles saber que ellos no tienen la culpa y que usted está ahí para escucharlos.
Demuéstreles que usted se preocupa por ellos y que quiere ayudar de cualquier manera que pueda. Pregunte si es un momento seguro para hablar. Si procede, pregunte si hay alguna preocupación inmediata con la seguridad. Conectarse con usted puede hacer que disminuyan los sentimientos de soledad o aislamiento de las familias. Los defensores de víctimas de la violencia doméstica pueden ayudar con el asesoramiento en momentos de crisis y con la planificación de la seguridad.
Envíe productos de primera necesidad
Los programas y los socios comunitarios pueden ayudar a las familias a satisfacer sus necesidades básicas y potencialmente a reducir el estrés. Considere si hay oportunidades para que el personal proporcione alimentos, fórmula infantil, pañales y otros artículos para el cambio de pañales de manera segura. ¿Las organizaciones locales tienen alimentos y pañales disponibles para recogida o entrega? ¿Existe la posibilidad de que usted se asocie con un grupo local y combine esfuerzos? Pregúnteles a las familias si necesitan suministros y cómo puede conseguirles lo que necesitan de manera segura.
Fomente la conexión con los demás
Recuérdeles a las familias que el distanciamiento físico no significa aislamiento social. Anime a los padres a conectarse con otras familias para recibir apoyo. Si es posible, cree grupos virtuales de padres. Pregúnteles a los padres si tienen oportunidades de conectarse con amigos y familiares por teléfono, en línea o a través de las redes sociales. ¿Pueden ir a un espacio público donde puedan ver a otros y mantener una distancia física segura para proteger su salud?
Planifique con anticipación con las familias
Pregunte si los padres tienen un plan de seguridad. Ciertas estrategias pueden ser útiles, dependiendo de la situación.
- Analice lo que se ha hecho en el pasado para promover la seguridad.
- Pregunte si hay un lugar en el hogar donde el bebé o el niño estén protegidos y seguros.
- Ayude a crear una lista de personas que lo puedan apoyar e incluya su información de contacto en caso de una emergencia (p. ej., líder religioso, amigo, familia, policía).
- Anime al adulto a preparar un kit de emergencia en caso de que uno o más miembros de la familia tengan que irse de repente. Incluya artículos esenciales como dinero, números de líneas directas, cargador de teléfono, llaves, medicamentos, una muda de ropa y documentos importantes (p. ej., certificados de nacimiento y registros de vacunas) en el kit.
Haga una llamada a un programa o grupo comunitario
La mayoría de las comunidades tienen defensores, consejeros, abogados y líderes religiosos que están trabajando para llegar a los sobrevivientes durante esta crisis. Haga una llamada para conectar a las familias con estos profesionales y con otras personas que usted conoce en organizaciones asociadas. Al hacer esta llamada, el personal se asocia con las familias para que puedan acceder a los servicios. Usted puede presentarle la familia a una persona de contacto en una organización asociada y coordinar una llamada compartida, si es posible. Haga un seguimiento con la familia sobre la referencia, si fue útil y si necesitan más apoyo. Comuníquese con la persona de contacto y perfeccione el proceso de referencia según sea necesario.
Tenga disponible una lista de los servicios y recursos locales que puede compartir con las familias si estas se lo piden. Las familias también pueden necesitar acceso a alimentos, apoyo con el alquiler o líneas directas para atención médica, apoyo para padres, seguro de desempleo y otros beneficios públicos.
Envíe mensajes de apreciación y aliento a los adultos y niños que están sufriendo
Cuando usted envía mensajes de texto y correos electrónicos, les recuerda a las familias que son dignas de atención y apoyo. Tenga en cuenta que cualquier cosa que pongamos por escrito puede ser leída por otros. Utilice aquellas estrategias de comunicación que han sido seguras y eficaces en el pasado. Recuérdeles a las familias que son fuertes y valientes. Un breve mensaje de aliento puede significar mucho.
Comuníquese con aquellos adultos que pueden volverse violentos o abusivos
Si usted tiene una relación sólida y de confianza con una persona que ha usado la violencia en el pasado, comuníquese con ella. Si la persona piensa que corre el riesgo de perder el control, o se preocupa por volverse violenta, discuta maneras de reducir el estrés. Utilice esta oportunidad para ofrecer apoyo para proporcionarle ayuda.
Invite a la persona a trabajar con usted para hacer un plan de comportamiento. Proporcione información sobre las líneas de ayuda locales y nacionales. Trabaje con su equipo de liderazgo sobre cómo mantenerse seguro mientras interactúa con la familia. Preste especial atención a cómo el programa continuará interactuando con la persona que ha utilizado la violencia.
Recurra al autocuidado
Usted también merece tener apoyo. Preocuparse por los niños y las familias que podrían estar sufriendo violencia puede afectar nuestra salud emocional y física. Puede ser que también esté preocupado por su propia familia y amigos. Es posible que se sienta ansioso o preocupado por lo que podría venir después.
La única manera en que podemos hacer todo lo posible por las familias es si encontramos tiempo para cuidar de nosotros mismos. Mantenga conexiones con amigos y familiares incluso si tiene que mantenerse físicamente distante. Si vive con personas o mascotas, busque tiempo para estar juntos. Busque maneras de reducir el estrés, incluso si es por períodos cortos. Puede ser que para usted simplemente encontrar un lugar tranquilo y en privado donde pueda respirar profundo y pensar en algo que lo reconforte sea suficiente para recuperarse. Si necesita más que un momento de tranquilidad, pruebe otras estrategias para lidiar con la situación que ya sabe que le funcionan. Por ejemplo, puede:
- Hablar con un amigo o ser querido.
- Dar un paseo o hacer ejercicios o yoga.
- Practicar la meditación o la respiración profunda.
- Escuchar o tocar música.
- Pensar en las cosas por las que está agradecido.
Es buena idea que un supervisor u otro personal esté disponible cuando usted necesite apoyo adicional. Los supervisores pueden proporcionar tiempo y espacio para que el personal hable sobre el impacto que tienen en su bienestar las experiencias de las familias con la violencia doméstica. Es importante adquirir habilidades de autocuidado, y hacer del autocuidado una prioridad, para reducir el agotamiento y la fatiga por compasión.
Recursos relacionados
El personal y las familias pueden utilizar estas líneas directas para obtener información y ayuda inmediata:
- Línea Nacional de Violencia Doméstica: 1-800-799-SAFE (7233)
- Línea de Ayuda Nacional Online de Asalto Sexual: 1-800-656-HOPE (4673)
- Línea Nacional de Maltrato Infantil Childhelp (en inglés): 1-800-4A-CHILD (422-4453)
Para obtener más información sobre la prevención y respuesta a la violencia doméstica, visite Futuros sin violencia (en inglés).
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Resource Type: Publicación
National Centers: Participación de los padres, las familias y la comunidad
Audience: Trabajadores sociales de las familias
Última actualización: October 22, 2024