Apoyar las necesidades de los niños y las familias durante la actual pandemia del COVID-19 no es una tarea fácil. Ello requiere que el personal y las familias trabajen juntos para mantener los programas abiertos y ayudar a los niños y adultos a estar saludables mientras los programas hacen todo lo posible para continuar satisfaciendo las necesidades de las familias. Como profesionales de Head Start y Early Head Start, estamos comprometidos a trabajar junto a las familias para celebrar las fortalezas y, a medida que estén listos, apoyar cualquier desafío que enfrenten. Juntos, nos aseguramos de que los niños continúen aprendiendo, creciendo y creando relaciones saludables. Una de las formas en que mostramos este compromiso es a través de conversaciones con las familias sobre los requisitos del programa en cuanto a la vacunación contra el COVID-19 y el uso de mascarillas.
Como profesionales de Head Start, somos los que mejor conocemos a nuestras familias y comunidades. También tenemos el conocimiento y la experiencia para ofrecer enfoques específicos que apoyen a cada familia. Las tres sencillas estrategias que se describen a continuación pueden servir como recordatorio de cómo podemos entablar estas conversaciones con las familias de modo eficaz. Estas reflejan lo que el personal del programa siempre ha hecho con respeto y consideración, ya sea hablar con las familias sobre el desarrollo de sus hijos o sobre las fortalezas y necesidades propias de las familias.
Escuche las historias de las familias
Toda conversación significativa comienza escuchando.
Nuestra capacidad de escuchar atentamente invita a las familias a comunicarnos no solo sus preguntas, preocupaciones y frustraciones, sino también sus historias. Es posible que no estemos de acuerdo con todo lo que nos digan. Pero, al escuchar, creamos oportunidades para saber más sobre lo que las familias han experimentado durante la pandemia, lo que sus hijos pueden estar sintiendo o hablando en casa, y cómo están apoyando a sus hijos y apoyándose a sí mismos.
Nuestra disposición a escuchar también nos lleva a entender lo que las familias pueden estar tratando de comunicar. Muchas veces, cuando las personas se sienten inseguras, frustradas, enojadas y abrumadas, lo que dicen y cómo lo dicen no transmite la necesidad subyacente que quieren comunicar. Escuchar puede propiciar un espacio para informarnos. Centrarse en la comprensión puede ayudarnos a escuchar las necesidades más serias que se ocultan detrás de las palabras.
Si tenemos presente lo siguiente, podemos escuchar y entender mejor:
- Cuando las familias expresan frustración con los constantes cambios en las restricciones relacionadas con el COVID-19, podrían estar comunicando su deseo de estabilidad y predictibilidad para sus hijos y para ellos mismos.
- Cuando las familias expresan objeciones hacia ciertas regulaciones de salud pública, como los requisitos de uso de mascarilla, pueden estar comunicando su profunda preocupación por el desarrollo y las relaciones de sus hijos con sus maestros y compañeros.
- Cuando las familias muestran sentimientos de enojo hacia el personal del programa por los cambios relacionados con el COVID-19, podrían estar comunicando sus propias necesidades de empatía y apoyo, sobre todo si se sienten vulnerables e impotentes para lidiar con los desafíos que enfrentan sus familias.
Reconozca y reflexione sobre las necesidades de las familias
Reconocer los sentimientos de los demás genera confianza y hace que se fortalezca la comunidad.
Nuestra disposición a pedir ayuda y recibir apoyo está basada en la confianza. No siempre podemos estar seguros de que de veras entendemos lo que las familias están tratando de comunicar en el primer intento. Pero cuando reflexionamos con las familias sobre lo que creemos que les hemos escuchado decir, podemos comprenderlos mejor. Y, al expresar de manera simple y honesta lo que creemos que escuchamos en la historia de una familia, les damos la oportunidad de profundizar y corregir lo que hemos entendido. Esta reflexión les transmite a las familias que nosotros escuchamos sus inquietudes.
Como somos los miembros del personal del programa que mejor conocemos a la familia, también sabemos cómo transmitir mejor la comprensión y la empatía. Cuando adaptamos nuestros enfoques a cada familia y los ayudamos a que sientan que los tenemos en cuenta y los escuchamos, ayudamos a romper la sensación de aislamiento que muchas veces sienten. Los invitamos a ser parte de las actividades de colaboración que estamos haciendo y reafirmamos que son los defensores más apasionados de sus hijos, y quienes mejor los conocen.
Hay muchas maneras de reconocer y reflexionar sobre lo que escuchamos, por ejemplo:
- Diciéndoles a las familias que no son las únicas que tienen preguntas, preocupaciones y dificultades; que otras familias tienen experiencias similares (p. ej., se sienten abrumadas e impotentes) y que hay miembros del personal que tienen las mismas inquietudes y preocupaciones.
- Informándoles a las familias que el personal de Head Start está disponible y le dará prioridad al apoyo tanto para los niños como para sus familias. No hay nada malo en reconocer que no tenemos las respuestas a sus preguntas y desafíos más urgentes. Estamos disponibles para escuchar, entender e invitarlos a trabajar con nosotros para encontrar soluciones factibles.
- Asegurándoles a las familias que están desempeñando un papel importante cuando saben y comunican lo que necesitan sus hijos. Cuando las familias comunican sus ideas y participan en conversaciones, están ayudando al personal del programa a servir mejor a los niños y las familias.
Céntrese en quienes están dispuestos a ayudar
Crear un espacio donde se muestre una bondad y una conexión genuinas puede transmitir esperanza y hacer que nos sintamos más animados. Ayudar a los demás también nos ayuda a nosotros.
En tiempos de crisis o emergencias, buscamos a quienes están dispuestos a ayudar entre las personas que nos rodean. Ellos nos dan la fuerza y la confianza para mantener la esperanza, incluso frente a la incertidumbre y la adversidad prolongadas.
En plena pandemia del COVID-19, los programas Head Start se han centrado en crear lugares donde haya seguridad y en mantener una comunidad de esperanza y resiliencia. Estamos comprometidos a trabajar juntos, entre nosotros y con las familias, durante el tiempo que sea necesario para superar los desafíos del COVID-19 y ayudar a los niños y las familias a prosperar.
No tenemos que esforzarnos mucho para encontrar a quienes están dispuestos a ayudar en la comunidad de Head Start; están justo a nuestro lado, entre nuestros colegas y amigos. Y ahora más que nunca, nos devuelven la mirada cuando nos miramos al espejo. Las relaciones creadas por todos nosotros en nuestros programas son el motor de nuestras comunidades.
La cultura de ayudar al otro está en el núcleo de nuestro propósito en común y de nuestra identidad profesional. En las conversaciones con las familias sobre los requisitos del programa relacionados con el COVID-19, podemos recordarles quiénes son aquellas personas dispuestas a ayudar en el programa y en la comunidad. Los programas Head Start, las agencias educativas, los proveedores de salud y los profesionales de servicios familiares han estado haciendo todo lo posible para contribuir a esta comunidad de personas dispuestas a ayudar. Es importante para nosotros y para las familias saber que hay muchas personas que se preocupan y que están tratando de enfrentar los muchos desafíos provocados por la pandemia.
Podemos crear una cultura de ayudar haciendo lo siguiente:
- Buscando historias de cómo los educadores y las familias se esfuerzan por ayudar a los niños a disfrutar del aprendizaje y las relaciones, a pesar de todos los obstáculos que enfrentan tanto los niños como los adultos.
- Compartir ideas sobre cómo el personal del programa puede crear oportunidades para establecer asociaciones más estrechas con las familias o cómo los directores del programa pueden centrarse en las necesidades de los niños y adultos para poder lidiar mejor con los desafíos del COVID-19.
- Reconociendo las "pequeñas victorias" y el progreso gradual de las familias, el personal y los programas en general, al tiempo que se reconoce que todavía persisten los desafíos.
Resumen
Tener conversaciones sobre los requisitos de salud pública durante estos tiempos inciertos del COVID-19 es una parte importante de la cultura del programa Head Start. Escuchar las historias de las familias nos ayuda a saber cuáles son las necesidades más serias de los niños y las familias. Reflexionar sobre estas necesidades con las familias las ayuda a saber que sus necesidades son una prioridad. Centrar nuestra atención y energía en el esfuerzo colectivo de todas las personas dispuestas a ayudar nos reafirma como comunidad y en el hecho de que ninguno de nosotros trabaja solo.
Podemos integrar estas estrategias a nuestro trabajo de relación en las conversaciones sobre los requisitos y las orientaciones de salud pública. Y en el proceso, fortalecemos el fundamento de confianza que hemos creado con las familias de nuestro programa. No importa cuáles sean nuestros roles o descripciones de empleo, nosotros, como profesionales del programa Head Start, podemos desempeñar un papel importante a la hora de alentar y participar en estas conversaciones. Juntos, podemos mantener a los niños y a las familias seguros mientras continuamos ayudándolos a aprender y a crecer.
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Resource Type: Artículo
National Centers: Participación de los padres, las familias y la comunidad
Última actualización: January 5, 2022