¡Están allí para los padres solteros que han perdido a su cónyuge, para ayudar a las familias a levantarse de nuevo! ¡Están allí para ayudarlo a triunfar paso a paso!
– Ruth Graupner, madre y voluntaria de Head Start, Driggs, ID
¡Quiero compartir con ustedes lo increíble que son las mujeres del programa Head Start Driggs! ¡Mujeres que se preocupan por situaciones como la mía! Un equipo de mujeres con la determinación de ser fuertes para quienes han sufrido como yo o para quienes están posiblemente en una relación sana, pero enfrentan mucha presión por las finanzas. ¡Están allí para los padres solteros que han perdido a su cónyuge, para ayudar a las familias a levantarse de nuevo! ¡Están allí para ayudarlo a triunfar paso a paso!
Allí estaba yo, encerrada en el apartamento al que había acabado de mudarme, víctima de un trastorno de estrés postraumático (TEPT), luego de haberme escapado de Australia. Estaba mirando por la ventana a dos mujeres que iban caminando con muchos volantes en la mano. Los estaban colgando en las puertas. Me quedé escondida detrás de la cortina, preguntándome qué estarían haciendo. Y efectivamente, llegaron a mi puerta. Por suerte para mí, no tocaron. Habría saltado de miedo. Cuando estuvieron completamente fuera de mi vista, abrí un poco la puerta para ver qué habían dejado. Era un folleto sobre Head Start.
Leí el folleto y pensé que tal vez, tal vez, me atrevería a salir y conocer al personal del Head Start del área. Unos días después, conduje hasta allí, llamé a la puerta y quien me dio la bienvenida no fue otra que Brenda Sewell, mi antigua maestra de salud de la escuela intermedia. Quería mucho a esta mujer, dondequiera que trabajaba, era un ingrediente clave para el éxito. Su espíritu y su impulso en su batalla contra el cáncer eran conocidos por todos, y el amor que le desmostraba a todo el mundo saltaba a la vista, a pesar de que estaba sufriendo internamente por el cáncer que finalmente acabó con su vida. Bueno, el solo hecho de verla, y descubrir que era la cocinera en la escuela, fue suficiente para saber que estaba en el lugar correcto.
Después, Lisa Summerlin vino a saludarme a la puerta. Una mujer a la que he llegado a conocer tan bien, que diría que es una de las mujeres más amorosas, amables, tiernas, cariñosas, compasivas, confiables, reflexivas, consideradas, atentas, pacientes y apasionadas que he conocido. Lisa ya lleva trabajando en el Driggs Head Start siete años y medio. Después le siguieron la encantadora Christine y Wendy, una maestra muy dulce, ambas mujeres de gracia, con espíritus protectores, llenas de bondad y muestras de amor con todos los que entran a Head Start.
Mi corazón se sentió esperanzado cuando estas mujeres me animaron a llenar una solicitud. Estaba a punto de tener mi tercer hijo y tenía un niño de 1 año y otro de 3. Me alegré tanto de saber que mi niño de 3 años tendría la edad suficiente para empezar en Head Start en el otoño si nos aceptaban. Llené todos los formularios cuidadosamente y esperé lo mejor. Unos meses más tarde, recibí una carta por correo. ¡Nos habían aprobado!
Head Start fue el mejor lugar para que mi pequeña familia tuviera un sentido de "pertenencia". Al ser una madre soltera que sufría de TEPT, ansiedad crónica y depresión, las mujeres que dirigían el programa se convirtieron en mi salvación mental y me ayudaron en mi camino hacia la recuperación de muchísimas formas. Comencé a darme cuenta de que podía confiar en estas mujeres, confiar en que estaban haciendo todo el esfuerzo posible para que mi familia alcanzara el éxito. Sufría de ansiedad intensa y siempre mi mamá, papá, hermano o hermana tenían que venir conmigo una vez al mes a las reuniones de padres para darme apoyo moral. Con el tiempo, comencé a sentir como si Head Start fuera una familia extendida y me fui involucrando cada vez más en cada uno de los cinco años escolares en que asistimos al programa.
Lisa venía a mi casa regularmente como abogada de la familia y en cada visita me ayudaba a mantenerme informada de todas las posibilidades y opciones disponibles para todos los que asisten al programa. Ella me ayudó a fijar metas y a llevarlas a cabo. Nos reímos, lloramos, tomamos té juntas y en ocasiones me ayudó. Hablé con Lisa sobre mis esperanzas, sueños, miedos, ansiedades. Ella fue paciente y siempre amable, y cariñosa con mis hijos y conmigo. Su capacidad para entender mis problemas relacionados con el TEPT fue primordial en mi camino a la recuperación. Head Start no solo está allí para los niños, sino en gran medida para toda la familia, para ayudar a las familias a volver a ponerse de pie.
El personal ha cambiado desde que estuve involucrada con el programa, pero la increíble Lisa sigue allí. Ella siempre se sincera con todos los que entran en esta instalación. Estoy muy agradecida de tener a Lisa como una amiga querida hasta el día de hoy. Y la parte más asombrosa es que Lisa trabajaba en una guardería a la que mi nuevo esposo llevaba a sus niñas, ahora adolescentes, cuando tenían edad preescolar.
El programa de Head Start me puso en contacto con recursos comunitarios que yo ni siquiera sabía que estaban disponibles: el Programa de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (WIC, sigla en inglés), el programa ECAP para asistencia con la energía eléctrica, Subs for Santa, el banco de alimentos, consultor de salud mental, Vivienda y Finanzas de Idaho y consejero familiar.
Si usted desea donar su tiempo o su dinero, los programas de Head Start siempre agradecen tener voluntarios en el aula o en la cocina. Yo he trabajado como voluntaria enseñando yoga a los estudiantes. Bomberos, narradores, músicos y muchos otros han trabajado como voluntarios para enseñar a estos niños nuevas y apasionantes habilidades. O, si está buscando un lugar maravilloso para trabajar y quiere marcar una diferencia en la vida de los niños pequeños y sus familias, no dude en enviar una solicitud.